

La Zona Rosa de Guayaquil nació en el 2005. Desde entonces sus noches son una fiesta. Más aún durante el fin de semana que ahí comienza el jueves. Es cuando gente de todas las edades –pero principalmente de 18 a 25 años–, se apodera de la Zona Rosa, cuya vía principal es la avenida Rocafuerte. Hay dos grupos de nocheros, los que farrean temprano de 20:00 a 24:00 y los que recién llegan a medianoche hasta el cierre de las 04:00. En solitario, pareja o grupo acuden a su sitio favorito o buscan la mejor opción de esa zona minada por cafeterías, bares y discotecas que ofrecen música programada o en vivo.
“Ahora la gente ya no va a tal bar o discoteca, sino que farrea recorriendo la Zona Rosa”, comenta José Luis Silva, propietario del bar 911 Live Music –Luzarraga y Rocafuerte–.
Habría que recordar que todo empezó hace 26 años con la peña-bar El Colonial, entonces en la esquina de Rocafuerte y Tomás Martínez –después se trasladó a Rocafuerte e Imbabura, actual local– siendo sus fundadores.
Miguel Salinas y su esposa Margarita. Y hacia el 2004 se inauguró el recordado Gran Cacao –Imbabura entre Rocafuerte y Panamá– bar bohemio ya desaparecido.
Las noches en la Zona Rosa saben a diversos sabores pero a salsa, principalmente en Cali Salsoteca –Panamá e Imbabura– o en Azúcar de Cuba –Mendiburo y Córdova–. Aunque los amantes del rock –clásicos y camisetas negras– van tras esos acordes frenéticos y en vivo al emblemático Soho –Juan Montalvo y Rocafuerte– y también a Premium –Luzarraga y Panamá–. Los románticos memoriosos acuden al bar Elepé –Padre Aguirre y Rocafuerte–. El acogedor Kashmir –Rocafuerte y Juan Montalvo– y Ojos de perro azul –Panamá y Padre Aguirre– ofrecen tributos en vivo al ritmo de blues, rock y nueva canción. Los artistas bohemios se atrincheran en Guayaquil de la Culata –Córdova y Mendiburo–.
HISTORIA
Después del reciente cierre del Vulcano y su show de drag queen queda solo un par de bares alternativos. Uno de ellos es Atenea –Padre Aguirre y Rocafuerte–. La gran mayoría de bares y discotecas ofrecen noches al son de reggaetón, pop, baladas del recuerdo, karaoke, hora loca, etc. De aquellos, el balcón-terraza de la discoteca Praga –Rocafuerte y Mendiburo– es una buena atalaya para beber cerveza y mirar a la tribu nocturna deambulando como hormigas tras el grano más dulce de la noche en la Zona Rosa.